El exceso de oferta en el mercado viene haciendo mucho daño a la criptomoneda reina
Las criptomonedas tratan de cerrar la semana con buen pie tras las caídas de los últimos días. El bitcoin (BTC) ha ganado un 1% en las últimas 24 horas y se sitúa justo por encima de los 61.300 dólares después de dejarse más de un 4% en la última semana.
El resto del mercado también se tiñe de verde. El ethereum (ETH) suma más de un 1,6% y consigue situarse en los 3.400 dólares, niveles en los que se mueve desde hace varios días, pero que no consigue consolidar. Por su parte, la solana (SOL) sube con fuerza, casi un 7%, mientras otras criptos como XRP, cardano (ADA) o dogecoin (DOGE) remontan con más moderación.
La criptomoneda reina trata de recuperar el buen tono después de varias jornadas bastante negativas. Muchas de las últimas caídas observadas en el bitcoin se pueden achacar al exceso de oferta en el mercado, ya que grandes tenedores institucionales han estado realizando grandes ventas en el mercado y sometiendo a una excesiva presión bajista a los precios.
Según datos de Arkham Intelligence, el Gobierno de EEUU y el de Alemania han vendido parte de su bitcoin, la mayoría incautado en distintas operaciones policiales. Las posiciones de ambos países están valoradas en miles de millones de dólares, por lo que se espera que el bitcoin siga sin levantar cabeza si ambos gobiernos deciden seguir desprendiéndose de sus tenencias.
Otro factor que está afectando al bitcoin es Mt. Gox. Los responsables del proceso de liquidación de la extinta criptobolsa anunciaron en los últimos días que comenzarían el programa de reembolsos a principios del mes de julio, devolviendo así a sus acreedores los más de 140.000 BTC sustraídos durante un ciberataque en 2014, que están valorados en unos 9.000 millones de dólares. Se espera que el bitcoin pueda caer debido a que muchos de estos inversores decidirán vender sus tokens, ya que su valor se ha multiplicado de forma exponencial: hace 10 años, el bitcoin cotizaba en torno a los 300 dólares.
Los analistas de JP Morgan apoyan esta tesis bajista, pues creen que el comportamiento de los acreedores de Gemini da una pista de cómo podrían actuar estos inversores. De acuerdo con estos expertos, las caías que se observan desde el 29 de mayo coinciden con el momento en el que los acreedores del programa Gemini Earn recibieron de vuelta todos sus activos digitales. "Es justo suponer que algunos de los acreedores de Gemini, que son en su mayoría clientes minoristas, han tomado ganancias al menos parciales en las últimas semanas", explican.
Estos estrategas también apuntan que, si bien existe un plazo hasta octubre para el reembolso a los acreedores de Mt Gox, se espera que la mayoría de los reembolsos se produzcan en julio. Por tanto, esperan una caída destacada durante el mes de julio y, posteriormente, una recuperación progresiva en agosto.
Por otro lado, el mercado sigue buscando noticias positivas que sirvan como catalizador para los precios. En este sentido, Raphael Bostic, presidente de la Reserva Federal (Fed) de Atlanta, no se ha apartado de la narrativa marcada por el banco central estadounidense y ha asegurado que solo ve un recorte de los tipos de interés este año y que tendrá lugar en el cuarto trimestre.
"Aun así, los años de la pandemia han traído muchas sorpresas, por lo que no estoy atrapado en ningún camino político en particular", ha afirmado en un escrito publicado en la página web de la Fed. No obstante, Bostic ha dejado la puerta abierta a cualquier escenario al afirmar que "hay escenarios plausibles en los que podrían ser apropiados más recortes, ningún recorte o incluso un aumento" y que, por tanto, el banco central estadounidense seguirá dependiendo de los datos.
Datos como el índice de precios de los gastos de consumo personal, también conocido como deflactor de consumo privado o índice PCE. Este indicador es uno de los favoritos de la Fed para orientar su política monetaria. El consenso espera que la tasa de inflación general caiga al 2,6% en mayo frente al 2,7% de abril, al tiempo que pronostican un recorte de la tasa subyacente al 2,6% desde el 2,8% anterior. Un informe del PCE también por debajo de las previsiones podría aumentar las probabilidades de que el primer recorte de tasas de la Fed se produzca antes de lo previsto este año.