EEUU avisa de que la minería de 'criptos' obstaculiza la lucha contra el cambio climático

Según el texto, consumen ahora tanta energía como todos los ordenadores domésticos o toda la iluminación residencial. El informe es el resultado de la orden ejecutiva del presidente Joe Biden en marzo, que pedía al gobierno que examinara los riesgos y beneficios de las criptodivisas. Y el resultado llega en medio de las crecientes críticas sobre la cantidad de electricidad que producen las operaciones de minería de criptomonedas.

La Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca advirtió el jueves que las operaciones de minería de criptomonedas podrían obstaculizar la capacidad del país para mitigar el cambio climático. También dijo que las agencias federales deberían tener en cuenta la información de los mineros de criptomonedas y de los servicios públicos locales "de una manera que preserve la privacidad" para ayudar a entender y mitigar el problema.

El proceso de minería de criptomonedas implica el funcionamiento de bancos de ordenadores para resolver complicadas ecuaciones matemáticas con el fin de crear nuevas monedas y validar las transacciones. El bitcoin, la criptodivisa más popular, está ligada a este sistema de "prueba de trabajo", aunque la segunda divisa más popular, el ethereum, está pasando a un método diferente que puede no requerir tanta energía.

La producción de criptomonedas en Estados Unidos representa entre el 0,2% y el 0,3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y entre el 0,4% y el 0,8% de las emisiones nacionales, respectivamente, aunque las estimaciones son inciertas, según el informe. La minería de criptomonedas produce emisiones que calientan el planeta, principalmente al quemar carbón, gas natural y otros combustibles fósiles para generar electricidad.

Este año, la minería de criptomonedas produjo entre 110 y 170 millones de toneladas métricas de contaminación por carbono en todo el mundo y aproximadamente entre 25 y 50 millones de toneladas métricas sólo en Estados Unidos, según el informe. El proceso produce electricidad comprándola a la red eléctrica o produciendo y eliminando ordenadores e infraestructura de minería.