La firma es optimista de cara al futuro y ven una industria mucho más madura
Los crímenes con criptomonedas siguen a la orden del día, pero han remitido en el último año. Según el último estudio anual de Chainalysis, el valor recibido por las direcciones ilícitas de criptomonedas en 2023 ascendió a 24.200 millones de dólares, una caída significativa con respecto al máximo histórico de 39.600 millones de dólares en 2022. Este dato representa un retroceso de cerca del 40% en tasa interanual.
De esta cantidad, 14.900 millones de dólares, que representan un 61,5% del volumen de transacciones ilícitas, están relacionados con entidades sancionadas. Asimismo, el volumen sustraído se sitúa 1.000 millones por encima de la cantidad registrada en 2021, 23.200 millones de dólares, aunque sigue muy lejos de volver a los mínimos de 2018 (4.600 millones de dólares).
Con todo, Chainalysis advierte que estas cifras son estimaciones a la baja basadas en los flujos de entrada a las direcciones ilícitas han podido identificar. "Dentro de un año, estos totales serán casi con toda seguridad superiores, a medida que identifiquemos más direcciones ilícitas e incorporemos su actividad histórica a nuestras estimaciones. Por ejemplo, cuando publicamos nuestro Crypto Crime Report el año pasado, estimamos un volumen de transacciones ilícitas por valor de 20.600 millones de dólares para 2022", explican.
Según estos expertos, gran parte de ese crecimiento provino de la identificación de direcciones "previamente desconocidas y altamente activas" alojadas por servicios sancionados, así como de "nuestra adición de volumen de transacciones asociadas con servicios en jurisdicciones sancionadas a nuestros totales ilícitos".
Otra razón clave por la que el total de 2022 es mucho mayor, además de la identificación de nuevas direcciones ilícitas es FTX. Chainalysis apunta que cuantifica los 8.700 millones de dólares en reclamaciones de acreedores en sus cifras de 2022. "Normalmente, solo incluimos la actividad medible en la cadena en nuestras estimaciones de actividad ilícita. En el caso de FTX, es imposible utilizar únicamente los datos de la cadena para medir el alcance de la actividad fraudulenta, ya que no hay forma de aislar los movimientos ilegítimos de los fondos de los usuarios. Si los tribunales condenan en casos similares en curso, tenemos previsto incluir también su actividad en nuestros datos sobre transacciones ilícitas en el futuro", han indicado.
Por otro lado, la firma de análisis criptográfico destaca la "creciente madurez" de esta clase de activos digitales ya que los delitos relacionados con criptomonedas apenas representaron el 0,34% del volumen total de transacciones en 2023; el dato representa un retroceso respecto a 2022 (0,42) y una importante reducción respecto al máximo alcanzado en 2019 (1,29%).
"Tras la reciente decisión de la SEC de aprobar los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) de bitcoin, hay fuertes señales de que el invierno cripto está terminando. Junto con la reducción significativa de los delitos cripto durante el año pasado, parece que se avecina una nueva fase de crecimiento. Sin duda, esto ayudará a la madurez del sector y a reforzar la confianza del consumidor", ha explicado Eric Jardine, líder de investigación sobre delitos cibernéticos en Chainalysis.
Por clases de activos, las 'stablecoins' son, por segundo año consecutivo, los tokens más utilizados (+50%), seguidos del bitcoin (BTC), ethereum (ETH) y las 'altcoins'. Chainalysis destaca el actual alejamiento del bitcoin como la criptomoneda preferida entre los delincuentes. Y es que, aunque algunos delitos con criptomonedas, como las ventas en la darknet y la extorsión con ransomware, todavía se realizan con BTC, otras se están realizando con monedas estables.
"En general, bitcoin se utilizó en poco menos del 25% de todas las transacciones ilícitas, muy por detrás de las monedas estables que ahora representan la mayor parte de la actividad ilícita, en línea con el crecimiento de las monedas estables en general. A raíz de la reciente decisión de la SEC sobre los ETF de Bitcoin, y conforme avance el año 2024, creo que veremos un impulso para una infraestructura de mercado más madura que fomentará un ecosistema de intercambio más saludable y competitivo en los principales mercados cripto”, agrega Jardine.
Por otro lado, Chainalysis destaca el reciente crecimiento de la cuota de 'stablecoins' en toda la actividad de criptomonedas en general, incluida la actividad legítima, como razón de este aumento. "Las estafas y las transacciones asociadas a entidades sancionadas, se han desplazado a las 'stablecoins'. Estas también son las formas más importantes de criptodelincuencia por volumen de transacciones, lo que impulsa la tendencia general. Las entidades sancionadas, así como las que operan en jurisdicciones sancionadas o están implicadas en la financiación del terrorismo, también tienen un mayor incentivo para utilizar 'stablecoins', ya que pueden tener más dificultades para acceder al dólar estadounidense a través de medios tradicionales, pero aun así quieren beneficiarse de la estabilidad que proporcionan", detallan.
Por otro lado, la notable caída en el volumen de transacciones ilícitas se atribuye en gran medida a la fuerte disminución de las estafas con criptomonedas y los fondos robados, cuyos ingresos ilícitos totales disminuyeron un 29,2% y un 54,3%, respectivamente. Curiosamente, la disminución de los fondos robados se debió en gran medida a una fuerte caída en el pirateo de finanzas descentralizadas (DeFi, por sus siglas en inglés), una de las áreas más atractivas y de mayor crecimiento del ecosistema cripto, en gran parte por su transparencia. Esta caída podría representar el cambio de una tendencia a largo plazo y una señal de que los protocolos DeFi están mejorando sus prácticas de seguridad.
Finalmente, la firma lamenta que el ransomware y los mercados darknet, dos de los delitos cripto más destacados, registraron un aumento de ingresos en 2023, en claro contraste con las tendencias generales. "El crecimiento de los ingresos por ransomware es una mala noticia, tras las fuertes caídas que vimos el año pasado, y esto indica que tal vez los atacantes de ransomware se han adaptado a las mejoras en ciberseguridad que han realizado las organizaciones. También parece que el cierre de Hydra no ha servido para disuadir a los mercados de la dark web, ya que la actividad ilícita en estos canales está repuntando y los ingresos totales están volviendo a alcanzar los máximos de 2021", ha afirmado Jardine.