Se estima una entrada de 10.000 millones de dólares en este tipo de vehículos el primer año
Junto al 'halving' esperado para abril de este año (reducción de la emisión de bitcoins a la mitad) el criptoactivo afronta, de forma inminente, el otro catalizador de una posible subida del precio del bitcoin. Se trata de la aprobación del esperado ETF sobre el precio del activo digital por antonomasia al contado, por la SEC estadounidense, solicitado, en primera instancia, por ARK Invest y 21 Shares pero al que le siguen los vehículos de otras gestoras como Greyscale y BlackRock.
Generalmente la adopción de las nuevas tecnologías viene primero de la mano de los actores institucionales, pero no ha sido el caso del bitcoin, donde la adopción ha venido de la mano del cliente minorista. Parece que esta brecha se va a cerrar 15 años después de que Satoshi Nakamoto emitiera su primer bitcoin.
El impacto en el sector cripto (pues tendrá efecto arrastre), si seguimos el precedente de otros ETFs icónicos, como el del oro, es prometedor en cuanto a la cotización, pues se estima una entrada de 10.000 millones de dólares en este tipo de vehículos el primer año. Los más optimistas hablan, para el segundo año, de 100.000 millones de dólares, que es el importe del mercado del ETF del oro en su totalidad, después de 20 años cotizando.
Si la subida en su cotización resulta atractiva, a nivel regulatorio, la autorización de la SEC supondría el reconocimiento del bitcoin como una clase de activo a nivel global. Tras muchos rechazos a la aprobación de un ETF cotizado para este criptoactivo desde el 2013 y tras haberlo enterrado en infinidad de ocasiones (según el sitio web 99Bitcoins, el bitcoin ha sido declarado muerto por los principales medios de comunicación 474 veces desde 2010) el bitcoin alcanza una dimensión institucional.
Esto permitirá a asesores y gestoras ofrecer este activo en EEUU, incrementar la negociación extrabursátil para las plataformas de compraventa de estos activos y mejorar la cifra de resultados de los custodios, pues no hay que olvidar que con un ETF, el cliente no compra el bitcoin directamente, sino un activo que sigue el precio del bitcoin, siendo las gestoras quienes, al contrario que en un ETF sobre futuros en bitcoin, adquieran esos bitcoins al contado y los depositen en los custodios para su mejor diversificación de riesgos.
¿Y si no se aprueba? No será el fin del mundo para el sector cripto, pues aparte de incrementarse la cifra de la web 99 Bitcoins a 475 veces las que el bitcoin ha sido dado por muerto, la industria de los criptoactivos seguirá trabajando para afrontar los retos regulatorios de final de año, MiCA, Dora, Travel Rule… Como diría la gran Chavela Vargas, y si llega el fin del mundo, que nos pille bailando.
**Enrique Palacios Rojo es Director de Cumplimiento Normativo y FinCrime Onyze y miembro del Comité de la Autoridad Bancaria Europea (EBA)