Actualmente sería inviable aterrizar en la isla para recolectar más información
Hace nueves meses una isla emergió en el Océano Pacífico muy cerca de Japón, como resultado de la erupción volcánica en Nishino-shima y todavía sigue creciendo.
Esta pequeña isla se ve ampliada cada día por la lava que se va solidificando y actualmente tiene 1,39 kilómetros cuadrados.
El 21 de agosto de éste año el Operational Land Imager a bordo del Landsat 8 fotografió la imagen que acompaña, mostrando la cadena de Ogasawara, una isla que está a unos 1.000 kilómetros al sur de Tokio. Se puede apreciar una nube del vapor volcánico que asciende desde la isla las cuales transportan partículas y elementos que con el tiempo también ayudan a agrandar la isla.
UNA FORMACIÓN ROCOSA IMPARABLE
La lava sigue incrementandose al este de la isla a una velocidad de 200.000 metros cúbicos al día aunque con el tiempo y según los observadores, podría producir cierta inestabilidad tal y como argumentan. “Si la lava sigue aumentando en la zona oriental, se despositará en pendientes pronunciadas” afirma Fukashi Maeno de la Universidad de Tokio. Continúa aclarando que “esto podría causar inestabilidad en la ladera, por lo que se puede producir un colapso parcial de la isla”.
Por otro lado, la Guardia Costera de Japón asienten que hay un montículo de lava petrificada dentro de una chimenea volcánica en el lado norte de la isla. De esta manera el montículo podría sellar conductos de magma y elevar la presión interior si sigue creciendo, lo que desencadenaría una explosión a gran escala.
Maeno termina diciendo que “la forma ideal para controlar y evitar un desastre natural es la creación de un nuevo sistema de detección de tsunamis y terremotos cerca de la isla, pero es imposible que alguien pueda aterrizar allí en la situación actual”.
Otras noticias de interés:
Japón ofrece una vacuna contra la gripe como tratamiento para el ébola