Giuseppe Tringali es el encargado de dirigir esta sección BIP
Hoy os propongo una entrevista a María Pía Aqueveque, Fundadora y CEO de Maqueveq & Co. y DTCODE, consejera de empresas y experta en blockchain. Además es economista, con experiencia en mercados financieros y políticas públicas, Licenciada en Ciencias Económicas y de la Administración, Diplomada en Inversiones y Mercado Financieros y Magister en Políticas Públicas.
- Querida Maria Pia, háblame para empezar de tu iniciativa empresarial
Mi mundo es la convergencia de la economía, la tecnología y las finanzas. Soy CEO y fundadora de Maqueveq & Co., dedicada a la asesoría estratégica, corporativa e inversiónen activos digitales y en protocolos descentralizados. Además DTCODE, empresa dedicada a soluciones innovadoras utilizando tecnologías profundas (deep techs) como blockchain, inteligencia artificial, IoT, entre otras, a través de I + D colaborativo. Actualmente, me encuentro comprando en Europa empresas tecnológicas para adaptar su propuesta de valor e integrarlas al ecosistema de DTCODE. Actualmente, trabajamos con empresas españolas, italianas, suizas, alemanas y chilenas, algunas de ellas listadas, y con reconocimiento internacional en el ámbito de ciberseguridad, identidades digitales, activos digitales, automatización de procesos, red satelital segura, entre otros. Estamos trabajando en una propuesta de valor para que las industrias, a través de la eficiencia y seguridad en la gestión de activos de recursos naturales, infraestructura y logística avancen en la transición ecológica, haciendo mejor uso de sus recursos.
Soy chilena, pero el último año y medio he estado viviendo entre Madrid y Roma. Hasta el inicio de este año era consejera en una administradora de pensiones en Chile y hasta hace una mes, consejera en una empresa de tecnología italiana listada en la bolsa de Milán en un proceso de aumento de capital. También presido el capítulo chileno del 30% Club, una iniciativa global que compromete a Presidentes y CEOs de las principales empresas listadas de cada país a promover una participación de al menos un 30% de mujeres en sus consejos y primera línea de toma de decisión. En esta misma línea, en España hemos estado trabajando junto con Soho Women in the World en inspirar a mujeres a ser parte de este cambio de paradigma económico que trae consigo la tecnología Blockchain. España es el mejor sitio para realizar este tipo de iniciativa, ya que cuenta con destacadas mujeres que son referentes globales, como Coty Monteverde del Grupo Santander, María Parga, Presidenta Honoraria del consorcio de blockchain español, Alastria, entre muchas otras mujeres que son líderes en su sector y que son parte de este ecosistema.
- Eres una experta y estudiosa de la evolución tecnológica y del impacto de la misma en la Sociedad y en las Empresas e Instituciones . Una de la tecnologías mas innovadora e disruptiva es blockchain. ¿Qué tecnología es , que impacto tiene y tendrá?
Blockchain o cadena de bloques es una base de datos. Pero no es una base de datos cualquiera. Es básicamente un sistema con el cual se pueden hacer transacciones de cualquier activo, en forma segura y confiable entre personas en todo el mundo sin necesidad de intermediarios.
Es cierto que esta tecnología es principalmente conocida por bitcoin, su primer aplicación, que hoy mucha gente sigue por la valorización de mercado que ha alcanzado. Pero su real potencial se desprende de los fundamentos detrás de la plataforma de Bitcoin y permite rediseñar los procesos y modelos de negocio.
Inclusive hoy está permitiendo una alternativa descentralizada al sistema financiero, a través de las finanzas descentralizadas, que pueden utilizar distintos tipos de criptoactivos, entre ellos las “stable coins” o monedas estables, creadas con el propósito de que su valor se mantenga estable, para lo cual está respaldada por otros activos financieros, en este caso por moneda fiduciaria.
Actualmente, existe consenso en distintas industrias que esta tecnología permite simplificar y optimizar cadenas de valor completas mediante el intercambio de datos simplificados en tiempo real con mayor eficiencia. Por otra parte, dado que la tecnología está creando modelos de negocios descentralizados y distribuidos, herramientas identidades digitales, smart contracts y tokenización de activos, blockchain puede - en combinación con otras tecnologías que captan, procesan y analizan datos - rediseñar procesos en manera eficiente e impulsar una productividad sostenible de la economía. Eliminando los cuellos de botella y presionar a los intermediarios de bajo valor para que adopten mejoras tecnológicas y estructurales atrasadas o simplemente abandonen el mercado.
Blockchain es la tecnología que permite gestionar la transferencia de valor (en un amplio sentido) entre múltiples actores, permitiendo con ello, la implementación del modelo de “share value” o valor compartido propuesto por Michael Porter y Mark Kramer. En que ellos sostienen que las empresas pueden ir más allá de la responsabilidad social corporativa y obtener una ventaja competitiva incluyendo consideraciones sociales y medioambientales en sus estrategias. Que es en lo que estamos trabajando en DTCODE desde Europa. Hoy hay una gran oportunidad apoyada por los planes de recuperación, en particular en España, Alemania e Italia.
Además, al ser la cadena de bloques un sistema eficiente y eficaz en la transferencia de valor, está tecnología permite integrar a personas en relaciones económicas y financieras, que antes no estaban siendo atendidos por los micro pagos que realizan y los altos costos de transacción que se reducen con blockchain. Permite con ello, el que podamos avanzar en una economía más inclusiva, si los incentivos están en el lugar indicado.
- Esta época tu la defines como la “Era del valor” ¿qué quieres decir ?
Así como internet impulsó la “era de la información” en que aplicaciones de distinta naturaleza han permitido la generación de gran número de datos. No es dinero como tal, pero sí una materia prima muy valiosa que las empresas saben monetizar cada vez más y mejor. Motivo por el cual, han sido bautizados como el “nuevo petróleo”, que ha dado vida a los algoritmos de la tercera revolución industrial. De acuerdo a PwC el año 2019, había 4,4 zettabytes de datos en el universo digital. Y se estima que la generación de datos, que tiene una tasa de crecimiento exponencial, alcanzará los 175 zettabytes (un zettabyte es mil millones de terabytes) en 2025, un crecimiento del 61% respecto a las cifras de 2018.
La cuarta revolución industrial, hacia la cual estamos transitando, responde fusión de tecnologías que está difuminando las líneas entre lo físico, esferas digitales y biológicas. Y ella, responde a la automatización y el intercambio de datos, particularmente en el marco de las tecnologías de manufactura y desarrollo. Y es aquí donde Blockchain tendrá un rol preponderante como la plataforma de intercambio de distintos tipos de activos en forma de datos, a través de su representación digital o token, dando vida a lo que se conoce como la “era del valor”. Y permitiendo a su vez la creación de un modelo de negocio en el espacio digital.
Este proceso y oportunidades de innovación surgirán a medida que los datos externos sean más fiables y continúen las mejoras en la automatización, lo que será facilitado, a través de los contratos inteligentes, la identidad digital y los activos digitales (en formato de tokens con metadata)criptográficos en la cadena de bloques. Estos elementos permiten distribuir el valor que cada agente aporta, en instancias de colaboración en la creación colectiva de conocimiento, que involucra propiedad intelectual, y de desarrollo, en procesos de producción. Facilitando la implementación de una economía colaborativa.
Respecto a este último punto, es importante comprender que a lo largo de la historia la tecnología ha permitido a la sociedad una nueva forma de organizar los procesos de producción y sin embargo no han habido grandes cambios respecto a la distribución de la riqueza. Porque se ha perpetuado un modelo centralizado de producción, inclusive durante la tercera revoluciones industrial. Y lo que estamos hablando, es que a futuro blockchain, podría romper con esto. Y podríamos avanzar a un modelo donde como decía Joseph Schumpeter, el “beneficio empresarial es la expresión del valor de lo que el empresario contribuye a la producción”. Y no a la centralización, de los eslabones de la cadena productiva como sucede hoy. Uber es un ejemplo de ello, donde cerca del 80% de su que hacer hoy está relacionado con procesos de autenticación de identidad de usuarios y proveedores, así como la gestión de pago. Las comisiones cobradas a quienes realizan los trayectos están al rededor del 20% de la tarifa, siendo quienes ellos crean el mayor valor, deben asumir todos los costos y riesgos, mientras que Uber, aumenta su capitalización. Blockchain en conjunto con las identidades digitales criptográficas, permite realizar automáticamente este proceso de autenticación, solo validando atributos, sin necesidad de almacenar toda la información. Y la tecnología ya existe hace años para tener una sociedad y economía digital, Estonia es prueba de ello. No obstante, el negocio asociado entorno a los datos es varios billones de dólares, por lo qué hay intereses económicos que evitan su implementación por grandes actores.
Recordemos que ya muchos vaticinan el fin del capitalismo como lo conocemos, en particular ahora que la pandemia del COVID nos plantea un tremendo desafío adelante. Los países de Europa tienen a la Unión Europea que está apoyando con fondos. Pero recordemos que América Latina, por ejemplo, que siempre ha sido estratégica para las empresas españolas, producto de la pandemia ha retrocedido diez años a nivel macroeconómico y veinte a nivel social. Y esto puede traer desafíos para estas economías en cómo se estructura el orden económico, político social. Este contexto también puede ser una oportunidad para experimentar nuevos modelos. Como decía Mark Twain “no es lo que sabemos lo que nos puede dar problema. Es lo que creemos saber con certeza y sencillamente no es así”.
El periodista británico de The Guardián, Paul Mason ha sugerido que esta creciente sociedad impulsada por los datos representa el fin del capitalismo como lo conocemos. Lo más probable es que el propio capitalismo sea engullido por un océano de algoritmos. Al igual que el auge del capitalismo mercantil en el siglo XIV impulsó el Renacimiento italiano, la riqueza social y financiera generada por una economía basada en los datos está preparada para animar un nuevo orden social. Pero como ha planteado Yuval Noah Harari, “el poder está en manos de quien controla los algoritmos”. Esto es algo que ya sucede, tal cual lo explicita el documental de Netflix llamado “El dilema de las redes sociales