Se arriesga a un aumento de la mora, pero tardará muchos meses en aflorar
El Banco Santander ha tomado una arriesgada senda que ha llamado mucho la atención entre clientes y competidores: ha decidido conceder sin aval muchos de los créditos solicitados al ICO por sus clientes pero que el instituto público ha rechazado por no cumplir los requisitos, según confirman varias fuentes. Esta práctica de asumir el 100% del riesgo de dichos préstamos supone un fuerte incremento del riesgo de mora que asume el banco, pero tiene a su favor que esta tardará muchos meses o incluso años en aflorar.
El Santander se ha visto en esta tesitura a consecuencia de la carrera entre los bancos por solicitar cuanto antes los créditos avalados por el ICO para evitar la pérdida de clientes (e incluso para quitárselos a la competencia). Como informó Bolsamanía, en esta carrera la entidad más activa es la que preside Ana Botín.
Ahora bien, al presentar la solicitud al ICO a toda prisa sin acompañarla de toda la ingente documentación que exige el Gobierno (hay siete días para remitirla), hay muchos casos en que no se presenta toda en plazo o en que directamente el ICO rechaza la solicitud. Y ahí es donde el Santander está asumiendo directamente el crédito sin aval, según las fuentes, porque es habitual que se ingrese el dinero al cliente -que tiene grandes urgencias de liquidez- antes de recibir esa aprobación. El ICO solo autoriza a priori los créditos superiores a 50 millones; los inferiores son revisados después de que las entidades los hayan concedido.
Un portavoz del banco declara que "siempre se intenta ajustarse a lo que se pide el ICO para que eso no suceda. Si pasa, cada caso es un mundo y se ve con el cliente". Una de las fuentes consultadas sostiene que, una vez que el ICO lo ha rechazado, las entidades "solo tienen dos opciones: o ejecutar el anexo que les permite no abonar el préstamo al cliente (si lo han hecho ya, rezar para que el cliente no se lo haya gastado aún) o asumir el riesgo ellos, con lo que la mora será importante al acabar este plazo", que es lo que está haciendo en muchos casos el Santander.
Según los Decretos del Gobierno, el rechazo del ICO se produce solo porque el cliente ya estuviera en mora en alguna de sus deudas a 31 de diciembre o porque se encuentra en situación de crisis según la definición de la UE: "Una empresa se considerará en crisis si, de no mediar una intervención del Estado, su desaparición económica a corto o medio plazo fuera casi segura". Para ello, establece unos criterios como que se den las condiciones para exigir el concurso de acreedores o que las pérdidas hayan absorbido la mitad de sus fondos propios.
Asumir el importe total del crédito sin aval es hacer justo lo contrario de lo que todo el sector (el Santander incluido) está poniendo en práctica en la tesitura actual: convertir los créditos normales de sus clientes en créditos avalados por el ICO para eliminar el 80% del riesgo (o el 60%-70% si son grandes empresas).
Porque el riesgo es que casi todos estos clientes no puedan devolver los créditos y entren en mora, ya que se encuentran en una situación de partida tan mala como para que los rechace el ICO. Un nuevo colectivo que se suma a los grandes incrementos de morosidad que prevé el conjunto de la banca española en las pymes y autónomos de los sectores más afectados por el confinamiento, el crédito al consumo y, en menor medida, las hipotecas. El propio Banco de España alerta de que el sector no tendrá suficiente capital si la mora alcanza los niveles de la crisis anterior.
Ahora bien, el Santander cuenta con una ventaja: los créditos ICO y los que está concediendo a los que han sido rechazados tienen un plazo de 5 años y, lo más importante, 1 año de carencia del principal. Es decir, que con que el cliente pueda pagar los intereses (la media está en torno al 2% aunque pueden llegar al 4,5%), evita que entre en mora durante un año. Y, al menos, espera contar con unos cuanto meses antes de tener que reconocer el impago y provisionarlo.
"Como esta mora no se verá hasta dentro de muchos meses, ya verán cómo la van distribuyendo para que no se note tanto", opina otra de las fuentes consultadas.