Orcel y Botín se ven las caras el miércoles tras aplazarse el juicio por el fichaje fallido

El banquero italiano reclama a la entidad cántabra una indemnización de 112 millones de euros

Bolsamanía
Europa Press | 16 may, 2021 12:04 - Actualizado: 10:03
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Ana Botín, Andrea Orcel y ÁlvarezBANCO SANTANDER - Archivo

Banco Santander

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El juicio contra Banco Santander por el fichaje fallido de Andrea Orcel como consejero delegado del banco español se celebrará finalmente este miércoles, 19 de mayo, tras haberse aplazado en dos ocasiones. Será entonces cuando el banquero italiano se vea las caras con Ana Botín.

Orcel reclama a la entidad cántabra una indemnización de 112 millones de euros por haber dado marcha atrás en su nombramiento como consejero delegado de Banco Santander en enero de 2019.

Inicialmente estaba previsto que el juicio se celebrase el 10 de marzo, pero la cita se aplazó al 7 de abril debido a que el juez tuvo un contacto estrecho por coronavirus. Más adelante volvió a aplazarse "por motivos de agenda de los letrados".

Por tanto, será finalmente este miércoles, 19 de mayo, cuando Orcel y Botín se vean las caras ante el juez. El retraso ha motivado que el banquero italiano acuda a la cita como nuevo consejero delegado de UniCredit.

Ana Botín se personará en el juicio como representante de Banco Santander, mientras que el secretario general y del consejo de la entidad, Jaime Pérez Renovales, acudirá en calidad de testigo del banco. Por su parte, desde el lado de Orcel han sido citados como testigos el exdirector de Recursos Humanos del Santander, Roberto di Bernardini; el director global de Compensaciones de UBS, Mark Shelton; y el presidente de UBS, Axel Weber.

El ahora presidente de UniCredit formalizó su ofensiva legal contra el Santander en julio de 2019 por cancelar su nombramiento como 'número 2' de la entidad. En su escrito, le reclama el cumplimiento del contrato o una indemnización por daños y perjuicios de casi 112 millones de euros, incluyendo el sueldo que dejó de cobrar entonces en UBS y el que podría haber percibido en el banco español.

Por su parte, Banco Santander esgrime que el contrato nunca se formalizó, al no darse las condiciones a las que estaba supeditado, y que solo se trató de una carta con las condiciones de la oferta.

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