Sitel y Konecta son dos de las empresas que están sufriendo estas marchas y reorganizaciones
La sangría no se detiene en Banco Santander. Desde el cierre de 111 oficinas en Reino Unido con el consiguiente despido de 600 empleados hasta la salida de casi 2.000 empleados en España por su ERE, la entidad presidida por Ana Patricia Botín sigue protagonizando despidos masivos. Y también han llegado a sus subcontratas.
Sitel y Konecta son el nombre de algunas de las empresas que usa el Santander para externalizar la atención al cliente que prestan a sus usuarios.
En la primera de ellas, están teniendo lugar reorganizaciones de plantilla ante "el menor flujo de llamadas que recibimos de la campaña del Santander", según explica una extrabajadora de Sitel en declaraciones a este medio. "Cuando yo entré se hicieron dos grandes despidos: una primera oleada de unos 15 trabajadores (que tenían un contrato de obra y servicio) diciéndoles que no habían superado el mes de prueba y otra de unos 10 o 15 empleados de los que tan solo quedaron tres en la empresa", añade.
"Nada más llegar al puesto, fuimos viendo varios movimientos de personas que ya llevaban tiempo en la campaña del Santander, como coordinadores o supervisores, y los pasaban a otras campañas, como las de Iberdrola o Metlife", apunta esta misma fuente, que se vio obligada a buscar otro trabajo ante la inestabilidad de esta subcontrata: "Empezamos con un contrato de obra y servicio y a mitad de campaña nos lo cambiaron a uno por solo dos meses prometiéndonos que, si los superábamos, se nos renovaba otros dos y ya después volveríamos a obra y servicio".
"Hay rumores de que la campaña del Santander con Sitel sobrevivirá, como mucho, hasta junio", alerta. "Otro rumor es que el banco va a dejar de externalizar estas campañas y cubrirá estos puestos de trabajo con los empleados de las oficinas que están cerrando", concluye.
Al hablar con otra antigua empleada de las campañas del Santander, en Konecta para empresa y en Sitel para particulares, esta describe la opinión como "negativa". "Para empezar, no tuvimos una formación acorde a la complejidad de la campaña, y además luego no había personal de apoyo". Además, reconoce que "muchas veces nuestros propios superiores eran incapaces de contestar a las dudas de los clientes".
Esta misma extrabajadora explica que "el motivo de finalizar mi relación laboral fue por una sucesión de engaños y la gran desorganización del servicio". Además, asegura que "si lo puedo evitar, no volveré a trabajar en Konecta, y menos aún en la campaña del Santander, aunque gracias a Dios hui antes de la situación del ERE masivo en su campaña". Por su parte, desde el Banco Santander se han negado a hacer ningún comentario al respecto de estas informaciones.
Konecta perteneció al Grupo Santander hasta 2019, que vendió sus acciones a un fondo que desde los sindicatos de la empresa califican de "buitre" en una de sus comunicaciones más recientes. "Entonces nos dijeron que el Santander había garantizado la carga de trabajado durante al menos cinco años y ahora, en plena pandemia, nos anuncian que les ha traicionado, que han perdido clientes importantes y eso les obliga a hacer despidos masivos", arguye este comunicado.
Desde los sindicatos aseguran que Konecta "está en crecimiento y expansión, multiplicando año tras año su facturación", por lo que de tener éxito estos despidos colectivos, "se cometería un burdo fraude de la ley porque centenares de trabajadores perderían su puesto de trabajo por un expediente sin causa y el Estado tendría que pagar millones en salario del SEPE sin motivo alguno".