El banco se hunde en bolsa un 40% desde el 31 de mayo, cuando cerró en 1,177 euros
Premio para los bajistas que apostaron contra Liberbank. Las posiciones cortas previas a la caída de Banco Popular y al veto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a nuevas ventas en corto disparan su beneficio este jueves con el desplome en bolsa de la entidad.
En concreto, Liberbank ha cerrado con un descenso del 12,4% hasta los 0,85 euros, con lo que el precio de las acciones se aleja del euro. La caída se produce por una ola de ventas como respuesta al anuncio este miércoles por parte del banco dirigido por Pedro Manuel Rivero y Manuel Menéndez, con el mercado cerrado, de una ampliación de capital de 500 millones de euros.
El valor es significativo, ya que representaba más de un 55% de la capitalización bursátil de 900 millones de euros con la que acabó la entidad la sesión de este miércoles, antes del descalabro bursátil de hoy. Las acciones cerraron mayo en 1,177 euros, para caer hasta los 0,68 euros del 9 de junio, un 42% menos con la crisis y resolución del Popular. El lunes 12 de junio, antes de la apertura, la CNMV anunció la prohibición temporal durante un mes de nuevas ventas en corto, lo que provocó un rally del 40% hasta los 0,96 euros, nivel muy cercano al cierre de este miércoles, en 0,97 euros.
El regulador presidido por Sebastián Albella justificó esta decisión, frente a la no actuación en Banco Popular, donde los cortos superaron el 12% del capital, en que sólo es efectiva cuando las posiciones cortas aún son reducidas. Estos inversores apuestan contra la evolución de una acción. El método tradicional -también pueden usar derivados- es tomar prestado un título y venderlo cuando lo reciben, antes de recomprarlo en el mercado cuando van a devolverlo a su dueño. Si en este proceso cae, el bajista, generalmente ‘hedge funds’ de grandes gestoras o de firmas de Reino Unido, Estados Unidos o paraísos fiscales, ganan dinero (ver vídeo sobre el funcionamiento de las posiciones cortas).
La CNMV recopila las posiciones que superan el 0,2% del capital y publica cada dos semanas los agregados por empresa, mientras que actualiza a diario los movimientos individuales de más del 0,5%. En Liberbank el agregado se situó en el 1,39% antes del veto, cayó al 0,9% y, después, volvió al 1,39% en el que se mantienen constantes. El supervisor explicó que este repunte se debió a una posición iniciada antes de la prohibición. En julio, la CNMV prorrogó durante dos meses más la prohibición, con lo que la semana que viene tendrá que decidir vuelve a extenderla.
Los ‘cortos’ que apuntaron a Liberbank han obtenido premio, ya que sus títulos se desploman un 40% con la caída de hoy desde mayo. El banco ampliará capital para reducir el peso de los activos dudosos en balance y tratará de incrementar su maltrecha rentabilidad durante los próximos años. Al cierre del primer semestre, exhibió un ROE (rentabilidad sobre el capital) del 4,1%, según estimaciones de FactSet -Liberbank no ha incluido este indicador en sus cuentas de resultados-. El banco tiene el objetivo de aumentarlo hasta el 9% en 2020, en niveles del coste del capital -rentabilidad que un inversor exige para su inversión-, que en la banca se estima entre el 9% y el 10%.
Ninguno de los bajistas supera el 0,5%, con lo que el regulador no publica sus nombres propios. Sin embargo, un ataque de ‘cortos’ no es un sinónimo de la caída de una empresa. Si lo fuera, sería fácil para un fondo de cobertura tumbar la cotización de una empresa y obtener grandes beneficios, ya que muchos inversores internacionales con horizonte temporal de largo plazo -especialmente fondos y ETF-, están dispuestos a prestar sus títulos para obtener una rentabilidad adicional a corto plazo. Sólo cuando el resto de inversores -institucionales y minoristas- les siguen, obtienen premio. Mientras, son gestores que apuestan a una estrategia como el resto. Ya sea bajista o ‘long-short’. Esto es, inversión en dos activos correlacionados (por ejemplo, dos empresas del mismo sector), tomando una posición alcista y otra bajista, de forma que si el gestor acierta en cuál se va a comportar mejor, ganará tanto si el mercado sube como si baja.
De hecho, la empresa más presionada por los ‘cortos’ es DIA, donde alcanzaron el 24,86% en julio y han reducido este porcentaje por debajo del 19%. La cadena de supermercados sube un 13% en el acumulado del año. Otro ejemplo es Bankinter, la entidad que ha soportado un mayor nivel de cortos -sin contar al Popular-, desde que la CNMV empezó a publicar estos registros en 2011. El 18 de mayo de 2012 los bajistas alcanzaron el 6,7% y, desde entonces, el banco se dispara más de un 370% en bolsa.
Los mismos inversores institucionales pueden jugar en corto o en largo. Entre los mayores accionistas de Liberbank están los fondos de Oceanwood, que suman un 12,6% del capital de la entidad y han manifestado su intención de acudir a la ampliación. Precisamente, ‘hedge funds’ de esta firma estuvieron entre los ‘cortos’ más agresivos en Banco Popular hasta su resolución, con un 0,82% del capital el 2 de junio.