Promete reducir los aranceles a las importaciones de vehículos y otros productos
Tregua en la guerra comercial. La escalada de tensiones entre China y EEUU de la semana pasada con los anuncios de aranceles y ‘contra-aranceles’ entre las dos potencias mundiales se ha instalado en una tregua entre Donald Trump y Xi Jinping, tras un nuevo y positivo cruce de declaraciones entre ambos líderes.
El presidente estadounidense publicó varios tuits tendiendo la mano al gigante asiático. En su red social favorita, el republicano se mostró convencido de que se alcanzaría un acuerdo en comercio exterior, aunque no dejó de remarcar la diferencia de aranceles entre las importaciones y las exportaciones de vehículos entre EEUU y China.
El presidente chino, por su parte, ha recogido el guante lanzado por Trump y ha pronunciado un discurso desde el foro asiático de Boao -un cónclave anual que se considera el ‘Foro de Davos de Asia’- en el que ha anunciado que tomará medidas para “abrir” la economía china al mundo. Entre los pasos anunciados para mejorar las relaciones con sus socios comerciales destaca, sin ir más lejos, la reducción de los aranceles que se aplican a los vehículos.
"Tomaremos la iniciativa para expandir las importaciones", ha señalado el presidente del gigante asiático en sudiscurso anual del foro económico asiático. Además, Xi ha señalado que llevará a cabo una disminución de los gravámenes sobre otros productos, reforzará la propiedad intelectual de las firmas extranjeras y mejorará el entorno y condiciones de inversión para las empresas internacionales.
El mandatario también ha señalado que el país trabajará duro para importar más productos que sean competitivos y necesarios para el pueblo chino y que buscará un avance más rápido hacia la adhesión al Acuerdo de Compras Gubernamentales de la Organización Mundial del Comercio (OMC). "China no busca un superávit comercial, tenemos un genuino deseo de aumentar las importaciones y lograr un mayor equilibrio de los pagos internacionales en la cuenta corriente", ha señalado.
“El aparente deseo del presidente del gigante asiático de equilibrar los pagos internacionales de su país es claramente una gran noticia para las naciones y las empresas que venden productos a China”, señala Jasper Lawler, analista de London Capital Group. “Xi ha mostrado buenas intenciones a través de su discurso y todavía nos aferramos a nuestra creencia de que se evitará una guerra comercial”, ha agregado.
COMPROMISO APERTURISTA
En su discurso, Xi ha hecho hincapié en que los países deberían "mantenerse comprometidos con la apertura, la conectividad y los beneficios mutuos, construir una economía global abierta y reforzar la cooperación dentro del G-20 y otros marcos multilaterales". "Debemos promover la liberalización y facilitación del comercio y la inversión, además de brindar apoyo el sistema multilateral de comercio", ha gregado.
"De esta forma, haremos la globalización económica, más abierta, inclusiva, equilibrada y beneficiosa para todos", ha surrayado el presidente de la segunda potencia mundial.