El principal regulador bancario del país teme un contagio al sistema financiero chino
El principal regulador bancario de China ha advertido del riesgo de burbujas en los mercados internacionales y en el propio sector inmobiliario del país, en la última señal de la creciente preocupación por los elevados precios de los activos mundiales.
Los mercados financieros de Europa y EEUU están desincronizados con sus economías y alimentados por la política monetaria y fiscal, alerta Guo Shuqing, presidente de la comisión reguladora de la banca y los seguros del país, en unos comentarios que apuntan a un posible contagio al sistema financiero chino.
"Me preocupa que el problema de la burbuja en los mercados financieros extranjeros estalle algún día", ha declarado. "El mercado chino está ahora muy vinculado a los mercados extranjeros y el capital extranjero sigue entrando". La dura advertencia se produce después de que se contabilizaran grandes flujos de entrada de capitales en China a raíz de su rápida recuperación de la pandemia, y mientras las autoridades de Pekín trataban de liberalizar el acceso del extranjero al sistema financiero del país, fuertemente controlado.
Guo, que también es secretario del banco central, ha subrayado que la "escala y velocidad" de los flujos de entrada es manejable y ha agragado que, por un lado, deben fomentarse los flujos transfronterizos, pero por otro, debe evitarse causar volatilidad en el mercado nacional.
En 2020, la inversión extranjera directa en China ascendió a 163.000 millones de dólares, superando los flujos hacia cualquier otro país del mundo. Los inversores invirtieron alrededor de 1 billón de renminbis (155.000 millones de dólares) en los mercados de capitales del país a través de planes de inversión en Hong Kong.
Sus comentarios, que hicieron bajar los precios de las acciones en toda Asia el martes, impulsaron las expectativas de endurecimiento monetario en China. El índice CSI 300 de los mayores valores cotizados en Shanghai y Shenzhen del país alcanzó su nivel más alto en febrero, superando su anterior pico en el verano de 2007, en las primeras fases de la crisis financiera mundial.