Estos expertos anticipan una "crisis de liquidez" que provocará caídas en las bolsas
Bank of America Merrill Lynch considera "un milagro" que Wall Street acumule una rentabilidad positiva del 18% en lo que va de año (tomando como referencia al S&P 500) tras descontar todas las incertidumbres que actualmente amenazan al crecimiento económico.
"Milagro en Wall Street: inversión de la curva de tipos, guerra comercial entre China y Estados Unidos, recesión en Alemania, colapso de la producción industrial en China, contracción de los beneficios empresariales a nivel global, repunte del precio del petróleo, Brexit, inicio de un procedimiento de 'impeachment' contra Trump, crisis en Argentina, bancarrota de Thomas Cook ... y pese a todo los activos de riesgos marcan récords y la renta variable americana ofrece retornos anualizados del 30%, las acciones globales del 24%, las materias primas del 17% y los bonos del Tesoro del 10%", resumen estos analistas.
Desde el banco estadounidense, se declaran "irracionalmente alcistas" para lo que resta de 2019, debido al sentimiento extremadamente bajista que detectan en el mercado y a los intentos desesperados de los bancos centrales para alargar el ciclo económico. A esto se suma la burbuja actual del mercado de bonos, lo que ha generado un exceso en los precios del crédito y las acciones. "Por opinión contraria, permanecemos alcistas" en el corto plazo (hasta final de año), afirman.
"Esperamos que el repunte de los rendimientos de los bonos provoque episodios más frecuentes de rotación desde activos de deflación (bonos, acciones de crecimiento y defensivas) hacia activos de inflación (materias primas, acciones cíclicas y de valor)", señalan estos expertos.
Además, se declaran "racionalmente bajistas para 2020" porque esperan "que la burbuja de bonos estalle y provoque un gran techo en el crédito, a través de los diferenciales; y en las acciones, mediante un pico de los múltiplos". Esto, finalmente, provocará un "desapalancamiento de Wall Street y una recesión" económica.
MÁXIMA LIQUIDEZ EN EL MERCADO
Bank of America Merrill Lynch define el escenario actual como "de máxima liquidez" tras 43 recortes de tipos por parte de los bancos centrales en lo que va de año y 751 rebajas desde la quiebra de Lehman Brothers. Además, las nuevas medidas de la Fed y el BCE elevarán los balances de los bancos centrales hasta 16,6 billones de dólares en abril de 2020. A esto hay que sumar que el total de bonos con rentabilidades negativas asciende a casi 15 billones de dólares, lo que es "muy alcista para Wall Street, hasta que llegue el momento de la impotencia".
Pese a esta inundación de liquidez en el mercado, estos expertos consideran que el crecimiento económico que se generará "será mínimo", por lo que anticipan que los beneficios empresariales a nivel global caerán un -6,8% en los próximos doce meses, muy por encima de la previsión del consenso del -2,8%.
En su opinión, el mercado no ha descontado aún la caída de esos beneficios empresariales, lo cual provocará "una rotación más sostenida de varios trimestres de activos de deflación a activos de inflación". Además, consideran que habrá varios elementos que provocarán un 2020 bajista para las bolsas. Por ejemplo, señalan que los países europeos seguirán siendo "tímidos" a la hora de aplicar los estímulos fiscales necesarios para impulsar el crecimiento en la zona euro.
"Nuestra narrativa bajista para 2020 se basa en la impotencia política y en el estallido de la burbuja de los bonos", señalan estos analistas. "Los diferenciales de crédito permanecen muy bajos, pero el mal comportamiento de las salidas a bolsa, el repunte de los tipos de reposición en EEUU, los temblores crediticios de Argentina y un riesgo creciente de una subida desordenada del dólar, debido a la política divergente de EEUU, indica una crisis de liquidez en 2020", añaden.
Por último, comentan que "una posible destitución de Trump en 2020 puede anticipar un cambio en EEUU hacia políticas redistributivas de izquierda que impliquen una mayor regulación y mayores impuestos, que a su vez perjudicarían a los beneficios de las empresas estadounidenses".