Desde los mínimos de finales de diciembre el índice acumula una subida del 19%
Todos los índices de Wall Street continúan con el rebote. Rebote que al final no va a ser tal, en el sentido de que este está siendo mucho más violento de lo que todo el mundo podía imaginar.
Pues sí, contra todo pronóstico el rebote en las bolsas mundiales y en especial en Wall Street ha cogido a la mayoría de los inversores/analistas fuera de juego. ¿Por qué? Porque nadie esperaba que este fuera de la magnitud que está siendo. De hecho, todo los índices del otro lado del Atlántico acarician ya con los dedos de la mano el que es el origen del último impulso bajista, los máximos de la primera sesión de diciembre: los 26.000 puntos del Dow Jones, los 7.100 puntos del Nasdaq 100 y los 2.800 puntos del S&P 500. Y por encima de estas resistencias ya no hay nada realmente importante hasta los máximos anuales (e históricos) de 2018.
Y es que, técnicamente, lo que estamos teniendo son vuelta en 'V'. Pautas que se dan en muy pocas ocasiones y que cuando se producen, simplemente uno se las encuentra. Es decir, no existe un patrón reconocible que las anticipe, como ocurre con los 'dobles suelos' o los 'cabeza y hombros', entre otros. Pero en esta caso, simplemente los precios rebotan prácticamente con la misma violencia con la que caen. Y al final el más beneficiado es el inversor que no ha hecho nada, que se quedó dentro del mercado y ya ha recuperado (o incluso gana) todo lo perdido durante el último 'crash'. Al final, la MM200 semanal del S&P y de Apple, de la que hablamos a mediados de enero, van a llevar la razón.