La operadora presenta un lento pero continuo goteo a la baja desde finales de marzo
Ajustando la serie de precios al último dividendo repartido el soporte a respetar sí o sí lo encontramos en los 8,22 euros, los mínimos de noviembre.
Mucho tienen que cambiar las cosas y la reacción al alza debería ser inmediata en los títulos de nuestra operadora si no queremos dar al traste con la potencial zona de soporte de la que venimos hablando en las últimas semanas, la potencial directriz alcista que une los sucesivos mínimos crecientes desde verano de 2016. De hecho se puede decir que Telefónica ha estado en las últimas semanas tratando de agarrarse al potencial soporte que se obtiene los mínimos crecientes del último año y medio. Y poníamos como condición que no perfora el nivel de los 8,40-8,42 euros, referencia que tras repartir dividendo esta semana se corresponde con los 8,20-8,22 euros.
Lo que no tendría mucho sentido es cerrar, en velas semanales, por debajo de los 8,20 euros. Hacerlo implicaría dar continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes y así no se sube. Lo cierto es que la operadora ya no presenta soportes claros hasta el origen del impulso, esto es los 7,285 euros. Y por arriba, por el lado de las resistencias, la más inmediata la encontramos en los 8,55 euros. Vamos a ver qué nos depara el cierre de la vela semanal pero cuanto más arriba cerremos mejor que mejor. Llama la atención la debilidad de Telefónica, en los mínimos del año, mientras que el rebote del sector 'teleco' europeo desde mediados de noviembre acumula el 4% de subidas.