Por encima de la resistencia mencionada, lo lógico es que vuelva al origen del movimiento: los máximos históricos
Como se puede observar en el gráfico diario, al principal índice del mundo se le está atragantando la importante zona de control que presenta en el rango de los 2.800-2.815 puntos.
El rebote en el S&P 500 desde los mínimos de diciembre ha sido del 20%, la misma cuantía que en el Dow Jones. Ahora bien, en el muy corto plazo podemos apreciar cómo éste se ha frenado, al céntimo, en la zona de resistencia que presenta dentro del rango de precios comprendido entre los 2.800-2.815 puntos. Este nivel actuó como soporte el pasado verano y como resistencia, en numerosas ocasiones, en octubre, noviembre y diciembre. Y lo acaba de hacer de nuevo en febrero.
Lo lógico es que en el muy corto plazo asistamos de nuevo a un movimiento lateral-bajista que sirva para que, poco a poco, se corrijan los importantes niveles de sobrecompra alcanzados. Ahora bien, si tras la actual fase de ajuste (o fase de reacción), el precio es capaz de cerrar por encima de los 2.815 puntos, apostaremos por una vuelta al origen del movimiento: los máximos históricos que marcó en los 2.940 puntos el pasado mes de octubre.