La entidad cántabra se deja un 8% desde que anunciara sus últimos resultados
Por alguna extraña razón, técnicamente hablando, los títulos de Santander se están mostrando en los últimos tiempos mucho más débiles que los de su rival más directo: el BBVA.
Tras los acontecimientos políticos de este lunes hay que reconocer que el sector financiero de nuestro país se ha quedado tocado. Mucho más débil que el resto de los títulos financieros europeos. Por otro lado, llama la atención la renovada debilidad del que es el primer banco nacional: Banco Santander con respecto a otros títulos del sector. Y si nos fijamos en el corto plazo BBVA, que es su competidor más directo, está consiguiendo aguantar algo mejor el tipo. Y es que dentro de que los dos siguen inmersos dentro de una impecable fase correctiva de fondo, la entidad vasca está mostrando mayor fortaleza. Esto se hace evidente por el simple hecho de que los máximos de octubre están por encima de los máximos de noviembre. Es decir, tenemos máximos decrecientes dentro del último rebote en los títulos de Santander.
Y si bien BBVA tampoco está para tirar cohetes, pues se nos ha girado a la baja desde la directriz bajista. Al menos, podemos decir que todavía sigue presentando mínimos y máximos crecientes de corto plazo. Es decir, el último rebote se ha situado por encima del rebote previo: tenemos máximos crecientes. Mientras que en Santander tenemos máximos decrecientes. Lo que quiere decir que la estructura de precios de la entidad cántabra denota todavía más debilidad que la de la entidad vasca.