La resistencias a superar la encontramos en los 2,7 euros
Lo que tenemos delante es lo que se conoce en análisis técnico como un triángulo, figura que se caracteriza por construir máximos decrecientes y mínimos crecientes.
Las sensaciones que nos transmite el gráfico de Sacyr no pueden ser mejores, y más con Repsol a las puertas de marcar nuevos máximos históricos (ya sabemos lo mucho que la constructora depende de la petrolera). El precio está triangulando, o lo que es lo mismo construyendo máximos decrecientes y mínimos crecientes. Es decir, el precio estaría dando forma a un potencial triángulo simétrico de continuidad de tendencia, en este caso alcista. Así, de ser capaz de cerrar por encima de los 2,7 euros cabe apostar por un nuevo rally en la cotización, con objetivo en los 3,7-3,8 euros, en términos de medio plazo (los máximos de 2015). Por abajo, por el lado de los soportes, el más inmediato lo encontramos en los 2,36 euros y, sobre todo, la base del triángulo en los 2,25 euros. Los importantes niveles de sobreventa diarios también apuntan en este sentido, el de terminar atacando con éxito la resistencia de los 2,7 euros.