En la medida en que no se perfore el soporte de los 1.280 dólares no tendremos señal de debilidad alguna
El hecho de que el 'metal precioso' cotice cerca de la zona de soporte de los 1.280 dólares, hace que la ecuación rentabilidad-riesgo sea en este momento óptima por el lado largo o alcista.
A priori, las caídas de las últimas semanas encajan a la perfección dentro de lo que sería un ajuste proporcional o fase de reacción de las importantes subidas previas: las que se iniciaron desde los mínimos de agosto. Ahora bien, hemos de tener claro que existe una importante zona de soporte en los 1.275-1.280 dólares. Y es que la perforación de dicha zona de control podría terminar dando forma a una figura de implicaciones bajistas en 'cabeza y hombros'. Pero en la medida en que no suceda no tendremos nada. Tan solo una corrección proporcional, nada más. Esto hace también que la ecuación rentabilidad-riesgo sea muy atractiva en este momento por el lado largo o alcista, siempre que se respete el soporte al que hemos hecho referencia.