Técnicamente es un título que no hay por dónde cogerlo
Cuando faltan poco más de dos semanas para cerrar 2017 el título acumula una caída superior al 90% y desde el punto de vista del análisis técnico es un título 'muerto'.
Hacía mucho tiempo que no analizábamos Abengoa. Y no lo hacemos porque en realidad no hay mucho que decir, por más que esto no guste a muchos de los inversores en la compañía. Puedo entender que a nadie le apetezca leer algo que no deja en buen lugar a la compañía en la que está invertida, pero es que como analista técnico que soy tengo la suerte de limitarme a analizar los gráficos, los precios, el resultado final entre la oferta y la demanda. Y sí, ojalá pudiera decir otra cosa, pero técnicamente no hay por dónde coger este título. Así, desde el pasado mes de mayo estamos viendo a los precios encajados dentro de un canal muy estrecho, con zona de soporte en los 0,01 euros (el precio mínimo al que se puede cotizar en el mercado) y por encima los 0,015 euros.
La caída de este título, en mínimos históricos, es de tal envergadura que aun cuando duplicara/triplicara su precio en realidad todo seguiría exactamente igual. Y como muestra un botón: la primera resistencia de verdad, aunque muy lejana, la encontramos en el hueco bajista de la sesión del 31 de marzo en los 0,11 euros. Por supuesto que tenemos otras resistencias de mucho menor calado en los 0,016 o, por ejemplo, los 0,018 euros. Pero estas son insignificantes en comparación con el imponente hueco bajista antes mencionado. Lo que quiere decir que para cerrar este hueco bajista el título debería revalorizarse por encima del 800%. Algo que como comprenderán carece de sentido a día de hoy, no es operativo. Si luego en el futuro el precio nos dice algo más, o nos dibuja alguna pequeña figura de vuelta sólo el tiempo lo dirá. Pero ahora mismo es lo que hay. Abengoa está absolutamente dormida y podría permanecer así mucho tiempo antes de despertar.