Mientras Telefónica respete los 7,45 euros hay lugar para la esperanza

Si bien es cierto que la fase correctiva en los títulos de Telefónica continúa intacta, pues al fin y al cabo (rebotes aparte) tenemos máximos y mínimos decrecientes semanales, queremos ser optimistas. ¿Por qué? Porque el último mínimo decreciente se formó en los 7,45 euros, ligeramente por encima del último gran mínimo creciente semanal (diciembre de 2016) que se alcanzó en los 7,28 euros. O lo que es lo mismo, desde los mínimos de 2012 (5,93) seguimos teniendo mínimos crecientes semanales en términos de medio y de largo plazo. O lo que es lo mismo, toda potencial recuperación futura de los precios, más allá de los típicos rebotes, pasa por respetar sí o sí los 7,45 euros. Dicho esto, solo tendremos señal de fortaleza real por encima de la resistencia de los 8,6 euros, los máximos anuales que se alcanzaron a finales de enero. Solo por encima de esta resistencia podremos hablar de un antes y un después en la operadora.