El título pulveriza importantes niveles de soporte con un volumen muy alto
Rebotes aparte lo cierto es que creemos que lo mejor es olvidarse de este título por una larga temporada hasta que el precio nos diga lo contrario.
Desde los máximos anuales (20,90) el título se ha dejado una tercera parte de su valor en bolsa y en las últimas cuatro sesiones acumula una caída superior al 20%. Rebotes aparte, pues nada cae sin su correspondiente rebote o fase de reacción, lo cierto es que es momento de 'ver los toros desde la barrera', pues es imposible determinar dónde puede encontrar suelo la cotización. En su momento, no hace muchas semanas, comentamos que se podía intentar abrir largos en la base del canal alcista (por definición soporte) de los últimos dos años siempre y cuando el precio no lo perforara. El título pulverizó la base del canal y por lo tanto, y desde ese mismo instante, ya no tiene sentido estar en el título. Ni siquiera en concepto de rebote, pues cuando estos se produzcan serán muy rápidos. No merece la pena asumir tanto riesgo, pues ya sabemos cómo se las gasta este título cuando se pone a corregir (en julio de 2012 marcó un mínimo histórico, ajustado por dividendos, en los 0,825 euros).
La experiencia nos dice que cuando un título se pone a caer de esta manera lo mejor es olvidarse de él durante una temporada. Asistiremos a importantes rebotes sin ningún tipo de dudas, pero eso solo serán rebotes dentro de la impecable tendencia bajista de corto plazo. Construir figura de vuelta, algo que no tiene sentido plantearse en este momento, le llevará mucho tiempo. Dejen que el precio caiga y que sea él quien nos diga cuándo ha hecho suelo. Mientras tanto, al margen.