A finales de abril de 2017 el subyacente nos dejaba un imponente hueco alcista semanal
Rebotes puntuales aparte, lo cierto es que desde los máximos de principios de 2018 (1,2555) el cruce presenta impecables máximos y mínimos decrecientes. Y así no se sube.
Rebotes puntuales aparte, lo cierto es que la perforación del soporte de los 1,1100 (ahora resistencia de corto plazo) deja la puerta abierta a que la corrección de medio plazo en el euro/dólar tenga continuidad. Al fin y al cabo, desde los máximos de principios de 2018, tenemos impecables máximos y mínimos decrecientes semanales y así no se sube. Es más, tal y como hemos comentado en alguna ocasión en el pasado, no descartaría en absoluto que el cruce pusiera rumbo al soporte que presenta en el hueco alcista semanal de los 1,0725 (finales de abril de 2017). De hecho, si hubiera que intentarlo por el lado largo o alcista en el cruce es ahí, en plena zona de soporte.