Toda posibilidad de recuperación pasa por respetar sí o sí el importante soporte que tenemos en los mínimos de octubre: los 8.627 puntos.
Siempre sabemos cómo empiezan las cosas pero nunca cómo terminan. Lo que tenemos delante es el gráfico semanal de nuestro selectivo. Y lo realmente interesante a falta de tener figura de vuelta alguna en este momento radica en la posibilidad de que los mínimos de octubre formen parte del que es el tercer punto de apoyo o de tangencia a una potencial directriz alcista: aquella que une los mínimos crecientes de 2012, 2016 y que pasa aproximadamente por los mínimos de octubre.
Luego, si bien es cierto que es muy pronto todavía para lanzar las campanas al vuelo, conviene tender en mente el escenario de que, efectivamente, nuestro selectivo está tratando de dar forma a una directriz alcista desde la que intentar reestructurarse al alza en términos de medio plazo. Por no hablar de las lecturas extremas de sobreventa semanales que presenta y que, en teoría, deberían provocar (al menos) importantes rebotes de cara a las próximas semanas. Condición obligatoria, que se respeten los mínimos de octubre en el Ibex y en el resto de índices europeos.