Toda posible recuperación pasa por respetar sí o sí los mínimos anuales en los 5,80 euros
Desde finales de enero podemos ver cómo los títulos de BBVA presentan impecables máximos decrecientes. De hecho, ha sido tocar la directriz y poner el freno.
Los títulos de BBVA se han frenado en seco en el último rebote tras tocar la directriz bajista, por definición resistencia, que une los máximos decrecientes desde finales de enero. Ahora está por ver si desde aquí atacará de nuevo la zona de soporte que presenta en los 5,8 euros. Y es que toda potencial recuperación más allá de los típicos rebotes puntuales pasa porque el título, sí o sí, respete los mínimos anuales. Perderlos, sería una nueva y clara señal de debilidad por cuanto desde ese momento el título estaría dando continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes.
Lo que está claro es que para poder hablar de un antes y un después en el título le exigiremos al título que salte y confirme por encima de la resistencia que presenta en los máximos de julio, en los 6,44 euros.