Toda posición larga o alcista en el título queda supeditada a que sí o sí se respete el soporte de los 4,5 euros
Todavía es pronto para cantar victoria. No tenemos figura de vuelta alguna y, por el momento, todo encaja dentro de lo que sería un simple rebote tras un 2018 de caídas continuadas.
Dilataciones puntuales aparte de los precios, pues como decía un antiguo profesor "en los mercados dos más dos son aproximadamente cuatro", lo cierto es que los títulos de la entidad vasca están rebotando donde tenían que hacerlo. En la impecable directriz alcista que une los sucesivos e impecables mínimos crecientes desde hace una década. De manera que los mínimos de 2018/principios de 2019 encajan con un apoyo, el cuarto, en la directriz alcista de medio/largo plazo. O lo que es lo mismo, en la medida en que no se perfore el importante soporte de los 4,5 euros hay cabida a la esperanza. Y por debajo, de cabeza a los cuatro euros, los mínimos de 2016. En el más corto plazo no descartamos que el rebote tenga continuidad hacia la parte superior del canal bajista, ahora en los aprox. 5,25 euros.