Europa Press | 31 jul, 2018 16:41
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Un estudio de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) ha revelado que, a medida que se pierde masa y función muscular en la garganta por el envejecimiento natural del cuerpo, se vuelve más difícil la constricción al tragar, lo que aumenta las posibilidades de que se queden alimentos y líquidos en la garganta.