Europa Press | 02 ene, 2020 16:57
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Instituto Westmead para la Investigación Médica y la Universidad de Sydney (Australia) han demostrado en animales que un determinado tratamiento mejora la calidad del tejido cicatrizante tras un ataque cardiaco, conduce a la formación de nuevos vasos sanguíneos en el corazón y reduce los índices de arritmia cardíaca grave.