Europa Press | 07 nov, 2019 11:06
MADRID, 07 (EUROPA PRESS)
Una investigación liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) asocia la contaminación atmosférica y modificaciones en el cuerpo calloso, una zona del cerebro cuya alteración se relaciona con trastornos del neurodesarrollo como el déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el del espectro autista (TEA).