Álvaro Estévez | Bolsamania | 04 jul, 2022 06:00
La guerra de Ucrania ha sido una garrafa de gasolina para la llama de la inflación. Desde el estallido del conflicto armado, los precios no han dejado de subir y, si bien buena parte de las miradas se dirigen hacia el mercado de la energía, ya que los cortes de gas o petróleo amenazan con tumbar las economías europeas, la alimentación y los productos agrícolas no se han quedado atrás.