Antonio Papell | Bolsamania | 13 mar, 2017 13:06 - Actualizado: 13 mar, 2017
En los últimos tiempos, había dudas sobre si Susana Díaz se atrevería o no a dar el complicado paso de presentarse a las primarias socialistas. Ilustres prohombres que la habían animado desde el propio PSOE y desde fuera de él, quizá inseguros ante la ejecutoria de Sánchez, quizá temerosos de ser parte en una derrota ridícula, objetaban abiertamente la decisión. Se han escuchado a modo de argumentos la improcedencia de “desvestir un santo para vestir otro”, la necesidad de que el PSOE cuide su liderazgo andaluz, etc. Pese a ello, la presidenta andaluza ha decidido lanzarse a la piscina, y a buen seguro que habrá calibrado el riesgo que corre porque si finalmente no gana, su carrera política habrá experimentado un revés en buena medida incapacitante. Y si ganase, se encontraría con un partido muy difícil de manejar.