Antonio Papell | Bolsamania | 27 jul, 2015 12:16
Todo indica que los partidos “nuevos”, que nacieron cuando la opinión pública permanecía gravemente irritada por la magnitud de la crisis y la insolvencia de las formaciones tradicionales a la hora de enfrentarla y resolverla, llegaron demasiado pronto. En efecto, el surgimiento de Podemos, que arrancó en las movilizaciones del 15M de 2011, cuando la indignación social había alcanzado sus mayores cotas, se produjo cuando buena parte de la ciudadanía estaba dispuesta a romper sus vínculos con los partidos con los que se había identificado durante la etapa democrática. Ello explica el éxito, tan sorprendente como relativo, de la organización de Pablo Iglesias en las elecciones europeas de 2014, así como los buenos resultados, aunque inferiores a los presagiados y esperados, de Podemos y Ciudadanos en las elecciones andaluzas del 22 de marzo y en las autonómicas y municipales del 24 de mayo.