Antonio Papell | Bolsamania | 16 dic, 2016 07:00 - Actualizado: 16 dic, 2016
La realidad catalana discurre de delirio en delirio, como un juego de niños. Mientras la CUP entretiene su ocio quemando/rompiendo retratos del Rey, que debe ser un moderno deporte identitario para desocupados sin argumentos, los antiguos convergentes, que no han atinado ni a darse un nuevo nombre manejable, intentan en el Congreso crear una subcomisión para negociar con el Estado nada menos que un referéndum de autodeterminación. Y mientras Puigdemont anuncia que no irá a la Conferencia de Presidentes, el líder de ERC y consejero de Economía, Junqueras, dice que él estará allá donde sea posible arrancar un solo euro para Cataluña. Y como respuesta a un nuevo auto del Tribunal Constitucional que frena jurídicamente el proceso soberanista, Artur Mas reclama que Rajoy declare como testigo en el juicio por el 9-N… Todo es un gran despropósito que llenaría de perplejidad a cualquiera que se asomase al balcón para contemplar el panorama de la deriva catalana…