Noemí Jansana | Bolsamania | 14 abr, 2018 06:00
Si algo ha hecho este 2018 es crispar los nervios de los inversores. El crecimiento económico mundial parece haber encontrado un techo, los bancos centrales cambian el sesgo de sus políticas monetarias y suben los tipos de interés, el proteccionismo es una amenaza palpable, sin contar con la guerra arancelaria de China y EEUU, los conflictos geopolíticos que traen ecos de los peores momentos de la Guerra Fría y la rotación de personal en la Casa Blanca. Hechos que han sacado a las bolsas del clima casi festivo de los dos últimos años y que han abierto las puertas, de par en par, a la volatilidad.