Eduardo Segovia | Bolsamania | 29 mar, 2019 06:00
Las cuentas de Sareb en su séptimo año de vida (le quedan ocho) no pueden ser más desalentadoras. Lejos de mejorar gracias a la recuperación del mercado inmobiliario, las pérdidas aumentaron un 55% en 2018 hasta 878 millones, lo que reduce su capital a apenas 2.600 millones... frente a unas pérdidas latentes adicionales de 5.092. La buena noticia es que, gracias a las normas contables de Guindos, este quebranto no reducirá sus fondos y no será necesario que el Estado y la banca pongan más dinero.