Eduardo Segovia | Bolsamania | 21 feb, 2020 06:00 - Actualizado: 21 feb, 2020
Repsol siempre ha dado gran importancia a mantener su calificación crediticia en grado de inversión, incluso en los peores momentos. Pero ahora vuelve a jugar con fuego con el rating debido a la fuerte reducción de su patrimonio neto (un 18,5% en base consolidada) provocada por las enormes pérdidas de 2019, de 3.816 millones. La petrolera española no se plantea ampliar capital ni tocar el dividendo para mantener contentos a los accionistas, y además, su transformación en eléctrica exige grandes inversiones. Los expertos ven como única solución una venta de activos.