Eduardo Segovia | Bolsamania | 07 dic, 2019 06:00
La la Cumbre del Clima en Madrid ha provocado una histeria en nuestras grandes empresas por volverse verdes de repente. De todos los sectores -incluyendo la banca-, pero, sobre todo, las energéticas, las que más contaminan. Y eso, a costa de asumir grandes pérdidas que pueden perjudicar mucho a sus accionistas. Más allá, si queremos tomarnos en serio el cambio climático, hacen falta inversiones y subvenciones públicas, que, dado nuestro incumplimiento pertinaz del déficit, deben implicar recortes de otros gastos.