César Vidal | Bolsamania | 25 nov, 2016 07:00 - Actualizado: 25 nov, 2016
OHL tiene problemas. Muchos problemas. Los inversores lo saben y por eso mantienen abiertas posiciones bajistas sobre sus acciones. Los analistas desconfían del equipo gestor y de la situación financiera de la empresa y han reducido sus valoraciones. Y las agencias de 'rating' alertan sobre su perfil crediticio y han recortado su calificación. Un cóctel explosivo que ha hundido un 50% la cotización del grupo en 2016, por debajo de 800 millones de euros.