Eduardo Segovia | Bolsamania | 19 feb, 2019 06:00 - Actualizado: 19 feb, 2019
Los más veteranos de la antigua Caja Madrid que quedan en Bankia -y, sobre todo, la legión que se ha prejubilado- recuerdan que en la sede central de la entidad en la madrileña Plaza de Castilla había un ascensor exclusivo para subir desde el garaje a la planta noble, y que cualquier directivo que se montaba en él -por mucho rango que tuviera- se llevaba una buena reprimenda de la secretaria y directora de comunicación de Rodrigo Rato, Teresa Arellano. Porque solo podían usarlo dos personas: el propio Rato... y José Manuel Fernández Norniella.