Virginia Mora | Bolsamania | 12 abr, 2018 06:00 - Actualizado: 12 abr, 2018
Las gasolineras ‘low cost’, o automáticas, o desatendidas, o ‘fantasma’, como se las conoce, viven en constante guerra con las estaciones de servicio tradicionales. Este nuevo modelo de negocio en el mercado del carburante, que llegó a España en 2012, no deja de crecer, a pesar de las críticas que recibe sobre la seguridad de las instalaciones o la calidad del combustible que vende. Juan Sanz, director de operaciones de Ballenoil y uno de los socios fundadores de la firma junto a David Querejeta, niega la mayor y dice tajante que su producto es “al menos tan bueno como el de las demás” gasolineras, especialmente las grandes como Repsol, Cepsa, BP o Shell, porque se lo compran a ellos y “ellos no venden producto malo”.