Noemí Jansana | Bolsamania | 12 jun, 2020 06:00 - Actualizado: 12 jun, 2020
Los gobiernos autonómico y central y los sindicatos siguen luchando contra molinos de viento en el caso del cierre de las plantas de Nissan en Barcelona y agotan sus últimos cartuchos para dar la vuelta a una decisión que los altos directivos de la automovilística nipona aseguran que es irrevocable. Entretanto, entidades como Foment del Treball y Cambra de Comerç encajan la realidad de que la empresa echará el cierre en diciembre a sus instalaciones y trabajan en planes alternativos que salven 25.000 empleos y preserven el tejido industrial de la automoción, que supone más del 10% del PIB catalán.