Eduardo Segovia | Bolsamania | 03 dic, 2018 06:00 - Actualizado: 03 dic, 2018
Nozar protagonizó una de las quiebras más sonadas del final de la burbuja inmobiliaria en 2009, con un pasivo de 700 millones después de que los bancos no se pusieran de acuerdo para salvarla. Nueve años después, el concurso de acreedores sigue empantanado y las entidades dan por perdidos sus créditos. Y sin embargo, vuelven a financiar a sus propietarios, los hermanos Nozaleda, en sus nuevos proyectos de promociones en Madrid.