Óscar Giménez | Bolsamania | 27 dic, 2016 07:00 - Actualizado: 28 dic, 2016
El Banco Central Europeo (BCE) ha destinado ya 1,5 billones de euros a comprar bonos. Soberanos y corporativos. La meta es sencilla: impulsar el crédito, con ello la demanda y, como derivada, la inflación. Pero el impacto hasta ahora es heterogéneo a lo largo de la Eurozona, y España está entre las economías que menos se ha beneficiado de ello. El efecto en el crecimiento es, casi, inexistente.