Pedro Calvo | Bolsamania | 02 oct, 2016 08:00 - Actualizado: 03 oct, 2016
Lo vendieron como algo coyuntural. Como una solución de urgencia para una situación de urgencia. Los bancos centrales recurrieron a los tipos de interés más bajos de la historia como una vacuna pasajera contra los efectos de la peor crisis desde la Gran Depresión. Pero la siguen inyectando, convirtiendo una medida coyuntural en otra estructural, para amenaza de una economía mundial adicta a esas dosis de dinero barato y, por tanto, expuesta a sus efectos secundarios. Que llegarán.