Marta Gracia | Bolsamania | 03 dic, 2017 06:00
El sector agrícola es uno de lo más afectados por la sequía. La falta de agua hace que no se pueda cultivar, que la producción sea menor y que los precios suban. Pérdidas millonarias para un sector que siempre está pendiente del cielo y que pide un estudio riguroso para adaptar la agricultura a la situación actual. A todo esto hay que añadir la consecuencia laboral. Menos contratos y menos asalariados en el sector.