Óscar Giménez | Bolsamania | 25 abr, 2017 05:00
Una de las primeras iniciativas del Gobierno tras la investidura de Mariano Rajoy el 30 de octubre fue aumentar la capacidad de recaudación del Estado. El compromiso de déficit con Bruselas, que en 2017 se encuentra en el 3,1% del PIB, se ha convertido en un objetivo central de la política económica. Esta vez le ha tocado a las empresas un mayor esfuerzo fiscal, aunque son los asalariados los que más han sufrido esta meta.