Noemí Jansana | Bolsamania | 24 jun, 2017 06:00
A los operadores que se ponen cortos en el yuan, cada vez les está saliendo cada vez más cara la jugada. El renminbi -como también se denomina a la moneda china-, lejos de comportarse como esperaban inversores y analistas y seguir deslizándose por el camino de la depreciación contra el dólar, se ha mantenido firme, desafiando al mismísimo presidente de los EEUU, Donald Trump. Contra todo pronóstico, ha llegado a recuperar un tercio de las pérdidas de 2016 en lo que va de año, un encarecimiento que es fruto de la ingeniería monetaria del Banco Popular de China (PBoC por sus siglas en inglés), más que un reflejo de la mejora de su economía.