Noemí Jansana | Bolsamania | 08 dic, 2017 06:00 - Actualizado: 08 dic, 2017
El área gris regulatoria en la que se mueven la mayoría de las emisiones iniciales de tokens criptográficos (ICOs) está empezando a pasar factura a la fiebre por este tipo de inversiones. Basándose en las ofertas públicas de ventas, de las que toman hasta el nombre (en inglés Initial Coin Offering) han ayudado a las compañías de nueva creación basadas en la tecnología blockchain a recaudar fondos para su desarrollo. Pero también han sido pasto de prácticas poco ortodoxas y de estafas, sembrando una alerta generalizada en los supervisores de los mercados financieros mundiales.