Un estudio vincula el aceite de algodón con un colesterol más bajo
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) han descubierto que una dieta rica en grasas enriquecida con aceite de semilla de algodón mejora drásticamente los perfiles de colesterol en hombres adultos jóvenes.
"Una de las razones por las que estos resultados fueron tan sorprendentes es la magnitud del cambio observado con la dieta de aceite de semilla de algodón. Ver esta cantidad de cambios en tan poco tiempo es emocionante", explica la principal autora de la investigación, Jamie Cooper, profesora asociada en el Departamento de Alimentos y Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Familia y del Consumidor de la Universidad de Georgia.
En el estudio, publicado en la revista 'Nutrition Research', los sujetos, todos hombres sanos de edades comprendidas entre los 18 y los 45 años, recibieron comidas con alto contenido de grasa durante cinco días en dos ensayos separados, estrechamente controlados, y la única diferencia fue el uso de aceite de semilla de algodón o aceite de oliva en las comidas.
Los participantes mostraron una disminución promedio del 8 por ciento en el colesterol total en la dieta de aceite de semilla de algodón, junto con una disminución del 15 por ciento en lipoproteínas de baja densidad o LDL (el colesterol 'malo') y una disminución del 30 por ciento en los triglicéridos. Esta dieta también incrementó las lipoproteínas de alta densidad, o HDL (el colesterol 'bueno') en un 8 por ciento.
Tras ver estos resultados, los investigadores sugieren que un ácido graso exclusivo del aceite de semilla de algodón, el ácido dihidrosterculic, puede ayudar a prevenir la acumulación de triglicéridos en el cuerpo. "Al hacer eso, empuja al cuerpo a quemar más de esa grasa porque no puede almacenarla correctamente, por lo que tiene menos acumulación de lípidos y colesterol", detalla Cooper.
Ese mecanismo, además del alto contenido de grasa poliinsaturada y omega-6 en el aceite de semilla de algodón, parece ser un componente clave para los efectos beneficiosos sobre los perfiles de lípidos, según apunta Cooper. Ahora, planea ampliar este estudio para incluir a adultos mayores con colesterol alto.