Economía/Motor.-Los proveedores de automoción europeos inciden en una combinación de tecnologías "inteligente y sensata"
Rechazan la prohibición de los motores de combustión para 2035
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La secretaria de la Asociación Europea de Proveedores Automovilísticos (Clepa), Sigrid de Vries, ha incidido en que desde el sector no apoyan la prohibición de los motores de combustión para 2035 como la única forma de garantizar el éxito de la transición a la electromovilidad, o de alcanzar los objetivos climáticos.
Así, en un comunicado, de Vries ha destacado que los proveedores creen en una combinación de tecnologías "inteligente y sensata". Una estrategia que impulse la venta rápida y generalizada de vehículos eléctricos y que cuente con un uso medido de soluciones alternativas que implican tecnología avanzada de motores de combustión interna con combustibles renovables sostenibles.
"Una que mantenga las opciones y la asequibilidad de los consumidores, que mitigue la pérdida de empleo a medida que se produce la transición a la electrificación y que mantenga la competitividad de la Unión Europea", ha explicado.
La secretaria general de la asociación ha insistido en que el problema no son los motores de combustión, una tecnología que "todavía puede desempeñar un papel importante en la descarbonización", lo son los combustibles fósiles.
Asimismo, ha protestado por el hecho de que la discusión se reduzca a un debate de "una cosa o la otra", ya que no todos los vehículos eléctricos funcionan con energía verde, y no todos los motores de combustión interna tienen que funcionar con combustibles fósiles.
"La tecnología avanzada de motores de combustión interna que funciona con hidrógeno renovable y la electromovilidad deberían coexistir y complementarse, ayudándonos a alcanzar nuestras ambiciones climáticas de forma más rápida y eficiente", ha aclarado.
Por el contrario, ha recordado que la prohibición del motor de combustión interna pone en peligro medio millón de puestos de trabajo. "Recortar puestos de trabajo en un momento de incertidumbre económica y política, con una crisis financiera en ciernes, es simplemente una mala política", ha concluido.